El aceite del motor se contamina por sustancias como el polvo, el uso en condiciones severas o la humedad del ambiente. Cuando los contaminantes se mezclan con el aceite, se forma lodo que se adhiere a las paredes del motor, reduciendo su eficiencia.
Cambiar el aceite cada 5,000 kilómetros o cada 5 meses (lo que ocurra primero) garantiza un motor libre de contaminación, ya sea que el vehículo se use poco o se conduzca en condiciones severas. Estas condiciones incluyen viajes cortos, conducción en tráfico con frecuentes paradas y arranques, el vehículo en ralentí prolongado, y manejo en ambientes polvorientos o con aire contaminado. Independientemente del uso, la negligencia en el cambio de aceite periódico afecta gravemente la salud del motor.
